Al verlo en las películas de Harry Potter, nadie imaginó que Daniel Radcliffe estaba haciendo un esfuerzo sobrehumano para lograr cada escena. Increíblemente, el joven y millonario actor sufre de un trastorno conocido como “enfermedad del niño torpe”.Este problema neurológico afecta a un 10 por ciento de la población, en su mayoría varones, y provoca dificultades en el movimiento y la coordinación , aunque sólo un 2 por ciento sufre síntomas graves de descoordinación.
Según 20minutos.es, Daniel Radcliffe sufre dispraxia hace muchos años y no puede ni siquiera atarse los cordones, mucho menos, es capaz de realizar movimientos complejos que requieran una alta capacidad motriz.
En una entrevista, el actor confesó que su amor por el mundo del espectáculo empezó cuando se dio cuenta que no podía seguir el ritmo de los compañeros que tenía en la escuela.
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